La pasión de caminar, siempre ha estado en mí. No podría contar los kilómetros que han acumulado mis piernas a lo largo de mi existencia.
Si, recorrer a pié los caminos de nuestra península, sin prisas, sintiendo el sol, la lluvia, el frío, el aire. Hablar con las gentes a mi paso y escuchar sus historias, comer los embutidos de la tierra bajo una sombra, admirar los paisajes, llenar los pulmones del aroma de romero, y como no, saborear algún fruto robado de algún huerto.
No hay reservas de hotel, no hay presupuesto.
En la mochila lo justo, esta vez intentaré que no llegue a los ocho kilos.
La incógnita de la aventura está latente, cualquier colchón para descansar es bienvenido, un café de puchero en una aldea es un lujo, y encontrar otro caminante una experiencia a compartir. Descalzarse para cruzar un río, rodear los charcos, acercarse a acariciar ese caballo que hay tras la valla, observar la tranquilidad con que pastan las vacas en el prado, descubrir tras la dura subida que allí abajo está el pueblo que esperabas. En cada recoveco hay un misterio, y en cada curva del camino hay un enigma.
Euskadi y sus gentes me esperan. La palabra ilusión se queda pequeña. En quince días tomo el tren hacia Irún.
Qué envida sana siento! También soy un gran aficionado al senderismo y sé con conocimiento de causa, de qué estás hablando...
ResponderEliminarSólo me resta decirte que tengas unos buenos días y que los disfrutes a tope.
Un abrazo.
Gracias Balamgo, aun quedan un par de semanitas para mi marcha, pero estoy deseando irme, a llenar mis ojos de nuevos paisajes.
EliminarUn abrazo
Que suerte,disfruta y luego nos pones fotos para los que no podemos irnos.
ResponderEliminarSeguro tendras muy buen tiempo.
Besos
Alguna fotillo pondré y disfrutar seguro, aunque llueva.
EliminarBesos
Que lindo lugar!!! Que paz
ResponderEliminarSaludos
Ya has vuelto!. Bienvenida.
EliminarUn abrazo
Si me quieres llevar en tu mochila...Peso 72, pero me gusta viajar. Abrazos
ResponderEliminarHombre Amando,¿en la mochila?. No creo que pudiera dar un paso contigo a cuestas, ¡si ya ocho kilos al final del día pesan como veinte!.
EliminarUn abrazo
Escrito así, tu afición andariega es verdaderamente atractiva. Que lo disfrutes, ya nos contarás.
ResponderEliminarLas fotos animan bastante a salir corriendo.
Abrazos.
¿Sabes que pasa Puri?, que del cansancio, y las vicisitudes, te olvidas. La esencia que queda cuando vuelves a casa, es la que explico, toda maravillosa.
EliminarUn abrazo
Maravilloso poder disfrutar de tan magníficos paisajes. El senderismo es una de mis grandes aficiones, lástima que no pueda disfrutarlo todo lo que deseo.
ResponderEliminarCamina mucho y bien, que lo disfrutes.
Un abrazo.
Aunque quedan bastantes días para la partida, ya voy mentalizándome. Me alegra saber que compartimos afición. Tienes razón, la naturaleza en pequeñas, o grandes dosis es magnífica.
EliminarUn abrazo Jorge
Comparto tu afición por descubrir mundo caminando pero mis salidas se limitan a los fines de semana, por lo que siento envidia (sana) por esa "excursión" a Euskadi.
ResponderEliminarEspero que nos la cuentes con detalle.
Un abrazo.
Bienvenido Joaquín, veo que somos muchos los que "caminamos", intentaré compartir aquí lo mejor del camino, pero aún faltan unos días para mi marcha.
EliminarUn abrazo
Que bien contado Clara.
ResponderEliminarYo tambien me apuntaría a esa excursión.
un abrazo
Es desestresante, caminar sin horario, ni calendario, la rutina queda apartada, y los ojos reciben imágenes desconocidas.
EliminarA veces necesitamos desconectar, para volver renovados. Animaté, todo es empezar.
Un abrazo Oscar
En ese caminar pausado, ojos abiertos, los pies en el río la caricia al caballo, transcurre una forma de entender la vida y lo que vale de verdad, aquello sencillo.
ResponderEliminarMe gusta tu blog, soy de Barcelona como tú pero viajo tanto como puedo desde Andorra donde vivo, Euskadi... Galícia donde tengo un apartamento frente a la mar...nada como pasear la playa y bañar los pies en la espuma.
Me quedo por aquí, nos vemos, gracias por visitarme. Besito.
Bienhallada Natália, hablas de la Galícia que desconoce tanta gente, sus mar, sus bosques, sus aldeas de piedra oscura cubierta de musgo. La he caminado muchas veces y nunca deja de sorprenderme gratamente.
EliminarGracias por quedarte. Besos
Ahora hace un tiempo espléndido aquí ;) Espero que te lleves un buen sabor de boca. Un beso
ResponderEliminarSiempre que voy por allí traigo buen sabor de boca. Me encanta el carácter tan directo de las gentes del norte, su mar y sus montes.
EliminarUn abrazo Gumer