martes, 12 de marzo de 2013
Personaje : Luci
Luci, Lucía Porcel Domingo, llego a nuestra humilde familia una tarde de septiembre de 1960.
Recuerdo aquel día de calor sofocante, como uno de los mas extraños de la que era mi corta vida. Contaba yo con siete años de edad y mi cotidianidad resumiase a ir a la escuela, y dedicar las tardes a ayudar a mi padre en su oficio de carpintería, que era en sí, el sustento de la familia.
Aquel día había transcurrido con la normalidad propia de un pequeño pueblo castellano. Hasta ese momento, sólo el calor era la nota excepcional que lo diferenciaba de cualquier otro.
Estaba yo, tallando un portón con una gubia, cuando se abrió la puerta del taller, y a contraluz pude distinguir una frágil silueta parada en el zaguán, con sus manitas cerradas en puño y el abundante pelo revuelto como un nido de cigüeña.
Le dí unas voces a mi padre, que en ese momento bregaba con la sierra concentrado en su disputa, para que volviera la vista hacia la entrada.
No recuerdo nada mas de ese trance, lo que si rememoro es la puerta de la cocina cerrada (pues quedé marginado fuera), y mi madre y mi padre junto a Luci dentro. Con la oreja pegada a ella, solo acerté a oír la voz y el llanto de mi madre, pero no sus palabras.
Lo siguiente fue preparar un baño de agua caliente para la rapaza, del cual salió irreconocible y colorada de la cabeza a los pies, pues mi madre, mujer limpia donde las haya, utilizó su mejor estropajo para arrancar toda la roña que cubría el pellejo de la pequeña. Fue como la metamorfosis de una mariposa, la personita que salió del baño nada tenía que ver con la del zaguán.
También mi madre se encargó de alimentar contundentemente a Luci, y le preparó en un periquete unos huevos fritos con panceta, que la pobre niña devoró con un hambre, arraigado en su escuálido cuerpecito vete a saber cuanto tiempo.
Mas tarde pude saber que Luci era la hija de Severino, un hermano de mi padre que tras quedar viudo, había confiado sus penas al vino, olvidándose así de su prole, que hubieron que buscarse la vida cada uno por su lado.
Fue una suerte para mí, ya que yo no tenía hermanos y mis padres no estaban por la labor de traer otro retoño, a un mundo donde había muchas carencias y un niño necesitaba zapatos y ropa nueva cada año.
Luci, después de unos días resultó ser una niña alegre y muy cariñosa, mi madre se encargó de ello. La llevaba pegada a sus faldas todo el día, le hizo vestidos, horneaban juntas deliciosas magdalenas, le enseñó a cantar coplillas, y sobre todo lo que mas orgullo me produce es, que también supo hacerle llegar con su cariño, que había un hueco muy grande para ella en nuestra familia.
Clara
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Me encantan esos seres humanos que desde pequeños disfrutaron de la divina incapacidad para todo cuanto no constituya un fin en sí mismo. Gracias a ello, han vivido seguros y sin perderse, encordados como un montañero a su destino. Saben, no obstante, que se han perdido muchas cosas...Pero las que han vivido las han gozado en una especie de ventajosa segunda mano que les ayuda a no fallar a esos seres queridos que los acogieron con todo el amor del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Ver la vida a través de los ojos de un niño, con su inocencia y candidez, pero con su criterio, nos acerca a lo básico sin maquillaje, a la lógica aplastante y a los sentimientos tan puros que tu señalas.
EliminarUn abrazo amigo
A mí me encantan también eses pequeños seres humanos. Pero hoy no he comido, y creo que me encantan más los huevos con panceta. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarDi que si Amando, fuera romanticismos, que al lado de unos buenos huevos fritos con panceta hechos con aceite de oliva y el pan para el unte, cualquier otra distracción sobra. Tu si que sabes !!!
EliminarUn abrazo aceitoso
Soy adicta a las historias con alma, y ésta tuya la tiene.
ResponderEliminarBesos Clara.
Te sigo leyendo.
Gracias Ángela, compartimos alma.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, he estado "fisgando" por tu blog, que me gusta y con tu permiso volveré.
ResponderEliminarMe gusta todo lo que pones. La restauración me parece muy interesante, y todo lo que he visto es muy creativo y de buen gusto. Te felicito por todo.
Un saludo.
Bienvenida Puri. Gracias por tus palabras. Aquí hay de todo como en botica. Los muebles me ocupan mucho tiempo, y mientras voy escribiendo algunas cosillas.
EliminarHasta pronto. Un abrazo