muebles vintage, relatos cortos, reflexiones."/> Muebles recuperados, relatos y reflexiones : marzo 2013

sábado, 30 de marzo de 2013

A veces

A veces, solo a veces, creemos que todo está bajo control.


Que la imagen que tenemos de una  persona, es acertada.


Y a veces, casi siempre, descubrimos algo mas que nos pasaba desapercibido a simple vista.

Fotos realizadas en la Via Ferrata de Centelles
 Ese desconcierto nos hace sentir cada día un poco mas vivos.

martes, 26 de marzo de 2013

Recuerdos de mi infancia



No sé si es la luz calma de éstos días de Marzo, o tal vez el ciclo de la vida, el que me empuja a evocar una parte de mi infancia que considero uno de mis mas preciados tesoros.

Cuando yo contaba con seis años, mi familia se trasladó  a  una nueva vivienda en un barrio floreciente, dónde al cruzar la calle solo había campos de cultivo, descampados, y una carpíntería a pleno rendimiento. Hasta entonces habíamos vivido en un ático sin ascensor,  en el centro neurálgico de una población mediana, donde nos rodeaban edificios y tiendas, y los vehículos circulaban sin cesar por mi calle soltando humo negro por sus tubos de escape.

No me costó mucho acostumbrarme a mi nuevo barrio, y una vez asumida la rutina -llegar del colegio, hacer los deberes, merendar y bajar a la calle-, comencé a atesorar  una pandilla de lo mas pintoresca.
" El Pedríto, El Juan gordo, El Juan flaco, El Juan Flores, El Eduardo, La Isabelita, La Puri y La Anamati ", eran mis mas allegados, aunque tengo que decir que yo era más de jugar con los niños -las cosas de niñas me parecían un poco ñoñas, la verdad-, y yo necesitaba mas actividad.

Así las cosas, había días en que jugábamos a Policías y Ladrones. Mediante cara o cruz decidíamos quien era de un bando o del otro. Los ladrones escapaban y se escondían y los Policías tenían que atraparlos, aunque la mayoría de las veces el juego acababa como el rosario de la aurora, ya que los mas vagos aprovechaban para subir a casa a merendar -tardé un tiempo en darme cuenta, y me decepcioné bastante-,  y así no había manera de jugar. (Creo que fue ahí, cuando descubrí  lo que era ser un "tramposo").

Otros días jugábamos a Beisbol en el descampado entre los edificios. Se supone que era la zona de aparcamiento, pero en aquella época pocos vecinos del barrio contaban con un vehículo.
Pintábamos con tiza en la tierra un circulo para el pitcher, y los demás nos desperdigábamos intentando cazar la bola al vuelo, o correr a la siguiente base -marcada con piedras-,  en el menor tiempo posible.
En el fragor del juego, de pronto se colaba la bola bateada por la  ventana  del vecino del primero, y este se asomába dando voces por nuestra desvergüenza. De este modo acababa muchas de las veces el juego, ya que pese a nuestros ruegos, aquel vecino nunca nos devolvió pelota alguna.

Cuando iba a cumplir ocho años, recibí como regalo unos patines de cuatro ruedas. Eran una maravilla de la ingeniería, y ese mismo día los estrené, lanzándome a toda velocidad por la rampa sin asfaltar de acceso a los edificios. Fue todo un descubrimiento, y no tardó el resto de mi cuadrilla, en agenciarse unos para competir conmigo en mis proezas.

Después vino la deseada Comunión, no por el hecho en sí, sino porque mi madre, ante mis insoportables súplicas, me había dado permiso para cortarme el pelo a lo "chico", en cuanto la hubiera recibido.
 Tuve que pagar lo que me pareció un precio muy alto por mi deseo:  lucir  rodillitas con las heridas de mis batallas, acompañadas de un moño en todo lo alto y dos tirabuzones, una sonrisa desdentada, y un vestido repipi con velo y bolsito a juego. ¡Trágame tierra!, no he pasado mas vergüenza  en  mi vida. Estuve todo el día intentando que ninguno de mis camaradas me viese de aquella guisa.

La fotografía que encabeza éste post, es justo después de hacer la comunión. ¡Valió la pena el sacrificio!

Cosas de críos....maravillosos recuerdos imborrables para un día de luz calma.
                                                                                                                                                 Clara

domingo, 24 de marzo de 2013

Anhelos




Hoy escribo en la arena de tu playa mis anhelos,
esperando que la espuma los envuelva,
que las olas los engullan con su roce,
y que el viento los despeine en un abrazo....
                                                         Clara

viernes, 22 de marzo de 2013

Premio Best Blog

Hoy comparto con vosotros el premio Best Blog, que me ha concedido   amablemente eltallerderestauraciondelila. Gracias Chicas!!!


Best Blog Awards es un premio que se concede entre bloguers, a aquellos blogs novatos que contamos con menos de 200 seguidores, reconociendo nuestro esfuerzo y dándonos así un empujoncito para que se nos pueda conocer.
Como dictan las normas, lo voy a compartir con 10 Blogs con menos de 200 seguidores, y que a mi entender merecen muy mucho, ser mas conocidos. Mis blogs escogidos son los siguientes:


retazosdemaderas Donde Mª Ángeles nos muestra como la ternura llega hasta sus maravillosas creaciones.

tapizame Aquí Óscar nos enseña a tapizar con mucho cariño, y nos hace partícipes con maestría, de las historias que abrazan cada uno de sus trabajos.

esqueletajeyebanisteria Donde Pedro nos invita a conocer las entrañas de los muebles, con aroma de madera y café.

centineladelsendero Aquí Jorge nos descubre con maestría, fantásticos mundos lejanos y no tanto, y sus misterios.

benigeo En su blog, Miguel nos pasea por sus reflexiones cotidianas con la naturalidad de su sencillez.

onkaguajane Ángela nos cuenta estupendos relatos, pero también retázos de sentimientos y reflexiones con un lenguaje vivo y claro.

jmeghon Juan nos ofrece a diario un capítulo de su novela Agrafa, donde un sinfín de personajes se dan la mano en unos diálogos de lo mas profundo.


rafaelricote Rafa nos pasea deliciosaménte con sus fotografías y sus comentarios, por rincones y lugares, llevándonos de la mano.

afectoefecto En su blog, Joaquín teje sus relatos, y nos envuelve en su tela de araña con un lenguaje directo y adictivo. 

unmardedudas Donde Puri escribe sus fascinantes relatos y reflexiones con admirable destreza.

Espero que lo recojáis y que os haga la misma ilusión que a mí.
Un abrazo a tod@s

miércoles, 20 de marzo de 2013

Felisa y yo

Os presento a Felisa. Puede parecer indefensa , pero que no os engañe su silueta desvencijada y desvalida, ya os adelanto que tiene carácter ¡¡y mucho!!!.



Para empezar os cuento, que supo llamar mi atención de entre  un mar de viejos muebles, cuando al pasar por su lado comenzó a balancearse insistentemente, hasta que le dediqué toda mi atención.
Al agacharme a observarla mas de cerca, me pareció oír en lo que al principio era un susurro pero que acabó en berrido : 
-Te estaba esperando.¡¡¡¡ Sacamé         de aquiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!
Se supone que soy una mujer centrada, y a mí eso de oír voces de ultratumba no me pasa todos los días, por lo que -con los ojos como platos y los brazos en jarras- me incorporé y miré alrededor buscando un cómplice que hubiera oído lo mismo que yo.
Pero no, allí todo el mundo seguía a lo suyo.
 Fue la primera vez que me pregunté seriamente si sería prudente llevarme a Felisa a casa, digo que fue la primera  y digo bien, porque desde entonces me lo he repetido en varias ocasiones.
Felisa es celosa, no soporta las  canciones de Rosana que oigo a todas horas, mientras me dedico a rejuvenecerla. 
También es tímida, no quería que la desnudara del barniz que la cubría, aunque desde que ha visto el resultado no deja de mecerse contenta, lo cual me muestra también su lado mas coqueto.



Me trae de cabeza. No deja de preguntarme el color del que será su nuevo vestido, yo la amenazo con pintarla de negro con calaveras si no calla, ¡pero no!, ella ni se inmuta, y no ceja en el empeño de que su traje sea de colores suaves, y quizás algunas alegres florecillas en sus posaderas.

De momento la voy aguantando, que no es poco, y cuando se pone pesada, subo el volumen de la música     -Rosana por supuesto- y adiós muy buenas, o me voy a hacer un café y la dejo sola con sus retahílas.



La verdad es que la quiero. Me gusta verla feliz balanceándose, yo sé que en el fondo no es tan gruñona, supongo que ha estado sola mucho tiempo y eso ha agriado su carácter.

Felisa disimula su tristeza con mal humor. Genio y figura.....

Ya os contaré como acaba el liffting  de Felisa, si es que no muero en el intento -no para de llamarme mientras escribo-. Ufffffffffff....
¿Que habré hecho yo para merecer esto?
                                                                                             

martes, 19 de marzo de 2013

Próxima parada : ilusión


                                                                                                                                                Foto de Clara
La pasión de caminar, siempre ha estado en mí. No podría contar los kilómetros que han acumulado mis piernas a lo largo de mi existencia.
Si, recorrer a pié los caminos de nuestra península, sin prisas, sintiendo el  sol, la lluvia, el frío, el aire. Hablar con las gentes a mi paso y escuchar sus historias, comer los embutidos de la tierra bajo una sombra, admirar los paisajes, llenar los pulmones del aroma de romero, y como no, saborear algún fruto robado de algún huerto.
No hay reservas de hotel, no hay presupuesto. 
En la mochila lo justo, esta vez intentaré que no llegue a los ocho kilos.
La incógnita de la aventura está latente, cualquier colchón para descansar es bienvenido, un café de puchero en una aldea es un lujo, y encontrar otro caminante una experiencia a compartir. Descalzarse para cruzar un río, rodear los charcos, acercarse a  acariciar ese caballo que hay tras la valla, observar la tranquilidad con que pastan las vacas en el prado, descubrir tras la dura subida que allí abajo está el pueblo que esperabas. En cada recoveco hay un misterio, y en cada curva del camino hay un enigma.
Euskadi y sus gentes me esperan. La palabra ilusión se queda pequeña. En quince días tomo el tren hacia Irún.


                                                                                                Foto de Clara

sábado, 16 de marzo de 2013

Mesita de café años ´50 Recuperada

Esta mesita  estaba bastante deteriorada debido a el ataque de carcoma. Aquí podéis ver como llegó a casa. Descorazonador ¿no creéis? 


Después de una desinfección, y unos "arreglillos", ha vuelto a la circulación con mas energías que nunca.


Lijadita por aquí, esmalte acrilico por allá....







La balda interior la he dejado del color de la madera, todo lo demás es color pistacho.
 Los dibujos los he  pintado  a mano, sin plantillas, para después desgastarlos un poco.
  


Y ahora está viva!!!!


Lo suyo es buscarle un buen emplazamiento para que pueda lucirse
como merece.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Carta a una amiga

                                                                                                                     Fotografía  Cristina García Rodero

                        Caminas por la senda del destino.
                        La mochila ligera de memoria,
                        la vista al frente cargada de esperanzas,
                        apresurando el paso,
                        queriendo arrancarte en un suspiro,
                        la hiel amarga que cubre tus silencios,
                        y el llanto pétreo, de tardes de nostalgia.

                        Caminas por la senda hacia el destino,
                        albergando ilusiones a tu paso,
                        sembrando anhelos,
                        obviando despedidas,
                        acariciando promesas de ventura,
                        y olvidando canciones pasajeras....
                                                                             Clara


martes, 12 de marzo de 2013

Personaje : Luci


Luci, Lucía Porcel Domingo,  llego a nuestra humilde familia una tarde de septiembre de 1960.
Recuerdo aquel día de calor sofocante, como uno de los mas extraños de la que era mi corta vida. Contaba yo con siete años de edad y  mi cotidianidad resumiase a ir a la escuela, y dedicar las tardes a ayudar a mi padre en su oficio de carpintería, que era en sí, el sustento de la familia.
Aquel día había transcurrido con la normalidad propia de un pequeño pueblo castellano. Hasta ese momento, sólo el calor era la nota excepcional que lo diferenciaba de cualquier otro.
Estaba yo, tallando un portón con una gubia, cuando se abrió la puerta del taller, y a contraluz pude distinguir una frágil silueta parada en el zaguán,  con sus manitas cerradas en puño y el abundante pelo revuelto como un nido de cigüeña.
Le dí unas voces a mi padre, que en ese momento bregaba con la sierra  concentrado en su disputa, para que volviera la vista hacia la entrada.
No recuerdo nada mas de ese trance, lo que si rememoro es la puerta de la cocina cerrada (pues quedé  marginado fuera), y mi madre y mi padre junto a Luci dentro. Con la oreja pegada a ella, solo acerté a oír la voz y el llanto de mi madre, pero no sus palabras.
Lo siguiente fue preparar un baño de agua caliente para la rapaza, del cual salió irreconocible y colorada de la cabeza a los pies, pues mi madre, mujer limpia donde las haya, utilizó su mejor estropajo para arrancar toda la roña que cubría el pellejo de la pequeña. Fue como la metamorfosis de una mariposa, la personita que salió del baño nada tenía que ver con la del zaguán.
También mi madre se encargó de alimentar contundentemente a Luci, y le preparó en un periquete unos huevos fritos con panceta, que la pobre niña devoró con un hambre, arraigado en su escuálido cuerpecito vete a saber cuanto tiempo. 
Mas tarde pude saber que Luci era la hija  de Severino, un hermano de mi padre que tras quedar viudo, había confiado sus penas al vino, olvidándose así de su prole, que hubieron que buscarse la vida cada uno por su lado.
Fue una suerte para mí, ya que yo no tenía hermanos y mis padres no estaban por la labor de traer otro retoño, a un mundo donde había muchas carencias y un niño necesitaba zapatos y ropa nueva cada año.
Luci, después de unos días resultó ser una niña alegre y muy cariñosa, mi madre se encargó de ello. La llevaba pegada a sus faldas todo el día, le hizo vestidos, horneaban juntas deliciosas magdalenas, le enseñó a cantar coplillas, y sobre todo lo que mas orgullo me produce es, que también supo hacerle llegar con su cariño, que había un hueco muy grande para ella en nuestra familia. 
                                                                                                                                                    Clara

domingo, 10 de marzo de 2013

El cantar del agua

Hoy he hecho éstas fotos, que me han inspirado un poema.



Cae el agua, tranquila y sosegada,
y en su  música encuentro la armonía.
No hay prisas, el tiempo no discurre
a la apacible sombra de esta encina.

Cierro los ojos, siento la penumbra,
e imagino una escena diferente,
y al momento,
 el olor a hierbabuena y a tomillo,
 envuelven de aromas mi inconsciente.

Refresca, cae la noche,
 y el agua sigue su cantar desesperado,
sigue también  la vida, eludiendo mi letargo.
El tiempo sigue a mi pesar, bajo la encina. 
                                                      Clara





jueves, 7 de marzo de 2013

Hastío. Antonio Machado



Hastío
    Pasan las horas de hastío
    por la estancia familiar,
    el amplio cuarto sombrío
    donde yo empecé a soñar.

    Del reloj arrinconado,
    que en la penumbra clarea,
    el tictac acompasado
    odiosamente golpea.

    Dice la monotonía
    del agua clara al caer,
    un día es como otro día;
    hoy es lo mismo que ayer.

    Cae la tarde. El viento agita
    el parque mustio y dorado...
    ¡Qué largamente ha llorado
    toda la fronda marchita!

    António Machado

martes, 5 de marzo de 2013

Le Petit Buffet restaurado ¡Por Fin!!!!!!!

Hoy, después de quince agotadores días de tratamientos, lijados, pintados, empapelados....ha resurgido de sus cenizas este delicado mueblecillo.
Os recuerdo que estaba bastante deteriorado y "para muestra un botón":    


  

Primer paso (asbsolutaménte imprescindible) : Tratar la carcoma.



Segundo paso : Retirar las capas de barníz, ya que está totalmente descompuesto.


Tercer paso : Rellenar imperfecciones y agujeros de carcoma con pasta de madera.


Cuarto paso : Lijar para igualar la superficie en todo el mueble.


 Quinto paso : Dar una  base selladora a todo el mueble. En éste caso blanca (tres capas), y lijar.


Sexto paso :  Aplicar la pintura elegida. Aquí he utilizado esmalte laca acrílico unilak Titan  (el color es de mi cosecha). Lleva cuatro capas.



Por último empapelar la zona interior, y limpiar todos los herrajes de latón, para finalmente montarlos de nuevo en  el mueble.




Sus cajoncillos susurran : "el cielo puede esperar"...
¿Que os parece?

lunes, 4 de marzo de 2013

Especímenes y compañeros de trabajo.


Es curioso, cuando comienzas en un trabajo, siempre hay alguien que te pone al día, de quien es quien en la empresa. De este modo, se supone que estás avisada, y andarás con pies de plomo con según que compañeros.
Como soy cabezota por naturaleza, nunca me he dejado influenciar por las opiniones de los demás, y menos si me son desconocidos. Prefiero dar las mismas oportunidades, e intentar sacar lo mejor de si mismo, a todo el mundo. Con ésta filosofía de vida (para mi la correcta), me he llevado infinidad de desilusiones, pero también gratas sorpresas.
He descubierto, que cuando las responsabilidades caen sobre uno mismo, y en tus filas cuentas con un montón de ineptos, mantener buena aptitud y una sonrisa siempre, es difícil. Además tu trabajo se multiplica, por que acabas haciendo el de tus subordinados, y claro, tu cara al final del día es un poema, entre cansancio y mala leche. Por eso mismo, puedo comprender una mala contestación, pero lo que no concibo, es un inepto con mala leche.
Osea, ¡que eres la última mierda!, trabajas fatal, y ¿tengo que aguantar tus tonterías de malcriado? ¡Ni hablar!!!! ¡¡Que te aguante tu madre!!. Este tipo de individuos se cuelan en todas las empresas. Suelen ser victimístas, de lagrima fácil, que arrastran tras de si a otros tantos, que ven en ellos alguien indefenso, cuando en realidad son mentes retorcidas, incapaces de afrontar sus errores con un argumento creíble (por que claro, la culpa siempre es de otro). Pasan años hasta que se descubre su estrategia, y lamentablemente para la empresa, ya han dejado un montón de valiosos cadáveres tras de sí.
También hay "el pelota". Suelen ser muy peligrosos, ya que, con un carácter sumamente cordial van comiéndole la oreja a todos (jefes y compañeros), y recabando información (pero sin soltar prenda de sus propias conclusiones), y ya se sabe "información es poder". Puede ser tu peor enemigo, porque ha oído lo que opinas de los demás, y si no lo sabe se lo inventa. Es muy listo. ¿Quién va a dudar de él, tan amable y servicial?.
El más inteligente es "el invisible". De carácter pacífico, nunca sobresale, ni para bien ni para mal. Evita ser responsable de nadie, solo de su trabajo. Parece que todo lo que ocurre lejos de su puesto, le resbala. No opina, no molesta, y suele aguantar carros y carretas sin inmutarse. Permanece toda la vida en la misma empresa hasta la jubilación, y logra que no se note que ya no está (todo un arte).
Para finalizar y para colmo de males, hay aquellos que has considerado compañeros, a los que has ayudado, defendido, comprendido, hasta querido, y que cuando te vas, te das cuenta de que "por interés te quiero Andrés". Si no llamas tú para interesarte por ellos, ellos no llaman,¡ pero eso si!, es enterarse de que estás en una empresa mejor, y se te adhieren como una lapa, para que los coloques. ¡Que poca vergüenza!
Podría estar escribiendo largo y tendido, ya que la lista de especímenes es considerable, pero por hoy y como ejemplo, creo que es suficiente.
Está claro que el lugar de trabajo no es el mejor sitio para hacer amigos. Aunque siempre hay la excepción, en mi caso conservo una gran amistad de quince años, con una excompañera estupenda.

viernes, 1 de marzo de 2013

En mis manos


Hoy os dejo una estrofa propia, de un verso inacabado



En mis manos has dejado suavemente
el deber de asimilar nuestra existencia
no lo quiero, no es posible que yo tenga
suficiente corazón para entenderte.   
                                                        Clara