Como soy cabezota por naturaleza, nunca me he dejado influenciar por las opiniones de los demás, y menos si me son desconocidos. Prefiero dar las mismas oportunidades, e intentar sacar lo mejor de si mismo, a todo el mundo. Con ésta filosofía de vida (para mi la correcta), me he llevado infinidad de desilusiones, pero también gratas sorpresas.
He descubierto, que cuando las responsabilidades caen sobre uno mismo, y en tus filas cuentas con un montón de ineptos, mantener buena aptitud y una sonrisa siempre, es difícil. Además tu trabajo se multiplica, por que acabas haciendo el de tus subordinados, y claro, tu cara al final del día es un poema, entre cansancio y mala leche. Por eso mismo, puedo comprender una mala contestación, pero lo que no concibo, es un inepto con mala leche.
Osea, ¡que eres la última mierda!, trabajas fatal, y ¿tengo que aguantar tus tonterías de malcriado? ¡Ni hablar!!!! ¡¡Que te aguante tu madre!!. Este tipo de individuos se cuelan en todas las empresas. Suelen ser victimístas, de lagrima fácil, que arrastran tras de si a otros tantos, que ven en ellos alguien indefenso, cuando en realidad son mentes retorcidas, incapaces de afrontar sus errores con un argumento creíble (por que claro, la culpa siempre es de otro). Pasan años hasta que se descubre su estrategia, y lamentablemente para la empresa, ya han dejado un montón de valiosos cadáveres tras de sí.
También hay "el pelota". Suelen ser muy peligrosos, ya que, con un carácter sumamente cordial van comiéndole la oreja a todos (jefes y compañeros), y recabando información (pero sin soltar prenda de sus propias conclusiones), y ya se sabe "información es poder". Puede ser tu peor enemigo, porque ha oído lo que opinas de los demás, y si no lo sabe se lo inventa. Es muy listo. ¿Quién va a dudar de él, tan amable y servicial?.
El más inteligente es "el invisible". De carácter pacífico, nunca sobresale, ni para bien ni para mal. Evita ser responsable de nadie, solo de su trabajo. Parece que todo lo que ocurre lejos de su puesto, le resbala. No opina, no molesta, y suele aguantar carros y carretas sin inmutarse. Permanece toda la vida en la misma empresa hasta la jubilación, y logra que no se note que ya no está (todo un arte).
Para finalizar y para colmo de males, hay aquellos que has considerado compañeros, a los que has ayudado, defendido, comprendido, hasta querido, y que cuando te vas, te das cuenta de que "por interés te quiero Andrés". Si no llamas tú para interesarte por ellos, ellos no llaman,¡ pero eso si!, es enterarse de que estás en una empresa mejor, y se te adhieren como una lapa, para que los coloques. ¡Que poca vergüenza!
Podría estar escribiendo largo y tendido, ya que la lista de especímenes es considerable, pero por hoy y como ejemplo, creo que es suficiente.
Está claro que el lugar de trabajo no es el mejor sitio para hacer amigos. Aunque siempre hay la excepción, en mi caso conservo una gran amistad de quince años, con una excompañera estupenda.
Compañia puede significar cercanía y unión en algo, en ese caso es raíz de compañeros. Si significa orientación a un objetivo común, arroja el término acompañantes. Distinto, sin duda.
ResponderEliminarDe amistad, ya, ni hablamos.
Pero compañero es una palabra honda, sugerente, cuando su destinatario comparte, sin exigencias ni promesas de fidelidad, lo más insignificante, lo más grandioso. Abrazos.
Me has desarmado Amando. Ahora solo me queda buscar la palabra adecuada, para definir a esas personas que nos rodean cada día en el trabajo.
EliminarNo te acostarás sin saber una cosa más.
Un abrazo
Mi trabajo es especial, sólo trabajo para mí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Que suerte la tuya...sin horario ni calendario
EliminarUn abrazo
Me parece un blog muy interesante. Me quedo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Dana, voy a pasearme por el tuyo.
EliminarBienvenida a tu casa.Un abrazo
es una relacion muy dificil, entran muchos miedos, competiciones, celos y demás sentimientos humsnos.
ResponderEliminarsaludos
marian
Tienes toda la razón, hacerse un hueco y que te respeten es muy dificil.
EliminarUn abrazo Marian
Jamás tuve un amigo en mi trabajo... Mejor dicho, jamás tuve un amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Hombre Humberto tú por aquí...Me alegra tu visita, sobre todo hoy, que has castigado a tu blog sin nuestros comentarios.Buen golpe por cierto.
EliminarTu debes pertenecer a los invisibles, osea los mas inteligentes.
Un abrazo
Genial
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