Me contó, que en su niñez solo disponía de un balón y unas canicas como patrimonio.
Me contó que a la hora de comer, el puchero y una cuchara eran todo el menaje que había sobre la mesa.
Me contó que los reyes le traían cada año una naranja.
Me contó que solo estrenaba ropa y zapatos su hermano mayor.
Y al final también me contó que fue muy feliz así.
Clara
Hermosa fotografia y hermosa sintesis de la misma existencia...., en este caso de una infancia hacia la que tendríamos que mirar mas a menudo.
ResponderEliminarUn abrazo Clara.
Estoy de acuerdo contigo, el hacerse un hueco en la sociedad nos empuja demasiadas veces a valorar cosas que no son importantes.
EliminarAbrazos Pedro
Para mi no queda muy lejos la historia y la conozco perfectamente.
ResponderEliminarA veces pienso, que cuanto menos pretendes, el grado de felicidad es mucho mayor.
Excelente historia.
Un abrazo.
La ambición a veces conlleva a un desapego a lo que realmente es importante.
EliminarEstoy contigo.
un abrazo Balamgo
Es verdad. Uno no desea más allá de lo ve. No hay envidias cuando todos tienen tan poco. Una preciosa reflexión, pero, creo que forma parte de un pasado colectivo. Ahora, tristemente, la gente siempre quiere más.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, vi a mi abuelo en tu micro
Como tu dices la gente quiere mas, "los niños EXIGEN mas" y ¿realmente son mas felices?.
EliminarBesos Olga
Bonita foto Clara. A mi también me han contado historias como esta y vivían muy felices, aunque fuera poco lo que tuvieran, pero era lo que había y no conocían otra cosa.
ResponderEliminarMe ha encantado leerla, me ha traido muchos recuerdos bonitos.
Por fín Clara, hoy si, muchas gracias.
Besitos
Esa historia es de alguien que nació en la posguerra. Eran tiempos donde cualquier juguete era un lujo que se compartía con todos los amigos. No se jugaba en soledad.
EliminarBesos Beatríz
¡Que tengas un buen finde Clara!
EliminarMuack
Qué reflexión, Clara. A veces la felicidad es mucho más simple de lo que la imaginamos!
ResponderEliminarLa felicidad es básica, a veces somos tan exigentes que pasamos de puntillas por ella sin darnos cuenta.
EliminarAbrazos Marcela
Muchas de las personas mayores con las que yo trabajo incluso de mi familia me cuentan que de pequeños vivieron eso que tu cuentas.
ResponderEliminarPero tienes razon....Fueron y son felices con poco..
Besos
Antes era así, con poquito se entretenían, y además la creatividad les llevaba a fabricar sus propios juguetes.
EliminarBesos Mª Ángeles
Dios mio! mi padre tambien me contaba lo mismo, bueno a el los reyes le "traian"nueces.
ResponderEliminarGracias Clara por recordarme en un puñado de palabras lo mucho que quise a mis padres!
http://carmenbecares.blogspot.com.es/
Seguro que eran de la misma quinta, las historias de esa época son muy similares, creo que fueron unas generaciones que sufrieron un gran cambio, por eso siempre valoraron mucho todo.
EliminarBesos Carmen
Es verdad, decía el poeta griego que quien mucho tiene más necesita.
ResponderEliminarEn una canica preciosa cabe el universo, y en Navidad regalaban naranjas en los Pirineos y eran tesoros exóticos. No dudo de que fue feliz y sabio.
Este secreto merece ser divulgado, te aplaudo por el texto y por el mensaje, besito.
Hay generaciones que no han conocido estas historias, creo que son importantes, no siempre fue todo como ahora y no siempre se necesitaron tantos juguetes para distraerse.
EliminarBesito Nat
Sí¡ yo también oí lo de la naranja.
ResponderEliminarClaro que fueron felices,y mucho.
Muy bonito,Clara.
Bss
Veo que era bastánte común. Eso sí, la naranja no se comía hasta la hora del postre.
EliminarBss Mar
Bueno al final es cierto "la felicidad no es tener lo que quieres sino querer lo que tienes" y esa es la única fórmula que conocemos o al menos la que nos funciona.
ResponderEliminarBesinos
Una frase muy acertada y muy cabal, en realidad es así, si valoras lo que tienes no deseas nada mas.
EliminarBesos Guapa
Porque la felicidad no está en lo que se posee sino en lo que se siente. Y eso no se compra.
ResponderEliminarCierto. El ambicioso nunca acaba de ser felíz.
EliminarBiquiños Mª Jesús
realmente era un mundo mejor reflexionemos en eso y concordaremos que es asi. bseos clara.
ResponderEliminarFue una infancia con muchas carencias pero con mucha imaginación para jugar.
EliminarBesos MariCarmen
Parece que siempre vamos de extremo a extremo.Lo de la naranja es un poco triste.Aunque lo único que puede causar un trauma en un niño es la falta de amor.Que no llegara nunca el excalextric es solo anecdótico.
ResponderEliminarPreciosa reflexión Clara.
un abrazo
Lo de la naranja era habitual en la época de la persona que me lo contó, no había excalextric, pero seguro que había otros juguetes que como nunca supo de su existencia jamás deseó.
EliminarAbrazos Óscar
Un niño disfrazado de payaso sale al proscenio para anunciar que se ha declarado un incendio entre bastidores. El público, mayormente formado por padres, ríe y aplaude, tomando la alarmada noticia como un chiste. El pobre niño la repite, con lo que los aplausos son todavía más entusiastas, así creía el filosofo danés Kierkegaard que perecerá el mundo. Como ves, Clara, en esa historia la realidad se toma por ficción, pero en la tuya ocurre lo inverso...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Si, ocurre lo inverso porque es una historia que hemos escuchado de nuestros mayores. En sus cabezas no cabía tanto despilfarro y contaban una y otra vez sus batallitas, y el duro trabajo que les había costado conseguir lo que tenían partiendo de cero.
EliminarAbrazos Juan
Te recomiendo ver " El reposo del guerrero " de Érika Collado - http://www.eyeseich.com/p/videos.html -, cortometraje en blanco y negro de 13:20 minutos, rodado en Jaén. Cámara digital de fotografía Leica, presupuesto 0,80 céntimos.
ResponderEliminarUn año de dedicación, bien cuidado, escrito y narrado.
Un beso.
La he visto. Gracias
EliminarEn estos tiempos, sin embargo, seria absolutamente desgraciado...
ResponderEliminarEl pasado y el presente siempre me ha parecido que son incompatibles...
Cada uno camina por un lado, sin hablarse siquiera
Un abrazo, amiga
En estos tiempos sería incomprensible ese tipo de vida. No se comparte, se juega solo, el que mas tiene es el mejor.
EliminarQue razón tienes.
Un abrazo
La vida sencilla, de necesidades básicas cubiertas, y llena de amor.
ResponderEliminarMis padres contaban algo parecido y se les llenaban los ojos de felicidad recordando.
Besos.
Sin complicaciones, lo justo, los amigos y un balón.
EliminarBesos Ángela
Clara que lindo , ya que creo que en la infancia uno es feliz con tan poco ,, un poco de tierra y mucho amor ,,, me hizo reflexionar de todo lo que le doy a mis hijos ( demasiado) .. Creo que hay que volver a lo sencillo
ResponderEliminarCariños
Cuanto mas tienes, menos lo valoras. Es a lo que nos ha llevado la sociedad de consumo.
EliminarEs normal intentar dar todo lo que se pueda a los hijos, pero haciendo que lo valoren.
Cariñoa Angélica
Qué ciertas estas palabras, preciosa foto, me encanta la reflexión tan certera, cuánto más tenemos, más queremos, meditemos sobre tus palabras y nos darán la clave de la felicidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Es así, pero nos dejamos llevar por la marea, por que hoy en día es difícil ir contracorriente.
EliminarAbrazos
Que bonito post!! La verdad es que hubo un tiempo en que la gente era feliz con lo que tenía!!A lo mejor es momento de apreciar lo que realmente tenemos, QUE ES MUCHO!!
ResponderEliminarBesos!!
Creo que es el momento, nunca es tarde y esta crisis nos está poniendo las pilas.
EliminarBesos Marian
Canicas... chapas... ciclistas con dados... y peonzas!!! Cada momento, cada vivencia, es alucinante mirándolo a toro pasado. Me encanta la foto, Clara. Un beso :)
ResponderEliminarSi, todos tenemos nuestra historia, hay extremos difíciles de comprender con solo treinta años de diferencia, pero los cambios han sido mayúsculos.
EliminarUn beso Gumer
A mi me conto que mientras merendaba pan con vino y azucar, jugaba con media docena de pinzas para la ropa, eran su ejercito de soldados.
ResponderEliminarUn beso
Lo del pan con vino y azúcar también me lo contó alguna vez, curiosa coincidencia. Lo de los soldados es muy gracioso, la imaginación al poder.
EliminarUn beso
Te contó unas pocas cosas que son tan importantes en la vida. Apreciar lo que se tiene, pero también desear lo que no se tiene. Aunque eso no se cuente.
ResponderEliminarBesos.
Si, imagino que alguna de las cosas que hubiera deseado hubiera sido estrenar ropa y zapatos, y comer caramelos a menudo.
EliminarAun así no creo que eso le angustiara, porque era lo que había.
Besos Puri
Me encanta la foto y el texto es genial! Precioso.
ResponderEliminarGracias Ana....
EliminarBesos
Huele a esa niñez espartana, pero llena de los colores de nuestros entonces escaso patrimonio.
ResponderEliminarMe ha hecho revivir la emoción de tener al fin entre mis manos aquella pelota de goma blanca que botaba un montón: ahora iba a ser la envidia de los niños del barrio.
Besos.
Todavía existen esas pelotas, pero son un peligro público ya que nunca sabes donde van a ir a parar.
EliminarBesos Fusun
Hay quien, aburrido de creerse las mentiras de los demás, acaba por creerse también las propias. Convendría regalarles un billete al pasado -sólo de ida- en el túnel del tiempo. Abrazos.
ResponderEliminarPuede que tengas razón, aunque también hay quien pagaría su billete sin pensárselo dos veces.
EliminarAbrazos
De vez en cuando todos deberíamos volver al pasado de nuestros antepasados, para valorar más lo que tenemos y desprendernos de todo lo innecesario, quees mucho.Me ha encantado la foto y la reflexión.Un saludo.ANA
ResponderEliminarEse es el quiz de la cuestión. Acumulamos y no valoramos.
EliminarBesos Ana
Yo te podía contar que era feliz jugando en la finca de mi abuelo con las piñas de los pinos carrascos como si fueran ovejas. U oyendo el canto nocturno de la lechuza, viendo en la noche su pecho blanco. La montaña, la soledad, tantas cosas descubiertas de pequeño. Pero soy un privilegiado, sigo enamorado y sintiendo todas esas sensaciones, nunca entendí eso de equiparar felicidad a posesión de dinero y poder.
ResponderEliminarSaber ser felíz con lo mínimo es un privilegio no al alcance de todos.
EliminarBesos Diego
Pero es que es tan lógico ser feliz así. Somos nosotros los que estamos confundidos. Ahora que vivo en mucho menos espacio que antes, por lo que no me puedo comprar nada, es que no echo de menos nada, nada, nada. Un abrazo Clara. Precioso.
ResponderEliminarHemos llegado a un punto que acumulamos de todo, y no damos rienda suelta a la imaginación, ni valoramos nada.
EliminarEstoy de acuerdo contigo. Besitos
Que buenisima filosofia, me encanta haber encontrado a alguien tan parecida a mi. Tomo asiento y me quedo para disfrutar del camino en tu compañia....
ResponderEliminarBesossssssssssss
Bienvenida ¿Mari?, yo encantada de tenerte por aquí.
EliminarBesitos
Para que la infancia sea feliz el mejor ingrediente es el cariño que hace que un simple plato de patatas sepa a gloria y la ropa heredada y remendada con esmero parezca nueva.
ResponderEliminarLa curiosidad, la imaginación y el afán por descubrir (y más si es en el campo) son los mejores entretenimientos.
Lo de la naranja me recordó a mi abuela. :)
Me gusta pasear por tu "casa" ;)
Besos y sonrisas