Restauración de una tumbona de teka

Si cuando yo digo que los cachivaches me buscan es por algo, y buena muestra de ello es esta tumbona desechada apoyada en un contenedor justo por mi ruta de paso. ¿Que le voy a hacer?, no podía dejarla allí, solita, desvalida, deshidratada...Yo, como alma caritativa que soy la cargué bajo el brazo cual bolso de Chanel, pero ay! que la puñetera pesaba  tonelada y media, así que conté con la inestimable ayuda de mi compi que como hombre fuerte donde los haya la trajo hasta casa, no sin sudar de lo lindo.

Tuvo que esperar en la terraza hasta el día siguiente para recibir su diagnóstico, que por lo que se puede apreciar en las fotografías, no era nada alentador.

Madera reseca color plateado y desperfectos en el asiento (le faltaba un trocito), era lo que mas me preocupaba, lo demás era menos grave.

Así mismo pude observar que es un mueble de muy buena calidad, con siete posiciones a cual mas cómoda.  

 Y como era de esperar, mis "amorosas" manos comenzaron las curas intensivas.

1.  Lijar la madera completamente con lija de grano 180, para después afinar con lija de grano fino  320.
2.  Pulir los metales con lanilla de acero nº 000.
3. Hice a la medida el trocito que faltaba en el asiento y lo pegué.
4. Como la madera había perdido totalmente el color había que darle algo de vidilla, y como no tenía tinte de color Teka la tinté con café (si,si..café de la cafetera), añadiendo a este tinte casero un "pelín" de color caoba para enrojecer un poco el tono.
5. Una vez se hubo secado el tinte, le dí un lasur para muebles a la intemperie, que los protege del sol y el agua, y que además hidrata la madera.

 Y aquí tenéis el antes y después de la tumbona.

¿No me diréis que no ha quedado nuevecita de trinca?

Hasta luego!, me voy a echar una siestecilla en mi nueva tumbona.