Aparador estilo nórdico años ´50 Restaurado

Hay muebles que se cruzan en nuestro camino por capricho. Este aparador de lineas rectas y color apagado, lo descubrí en una parada de Els Encants bajo un montón de cortinas y sábanas antiguas. A simple vista quedaba escondido, pero mi habilidad "mercadillera" me llevó a acercarme para descubrir lo que allí debajo se ocultába. Fue amor a primera vista, no me preguntéis por que, pero bajo aquella capa de suciedad vi unas lineas sencillas cargadas de carácter que me animaron a traérmelo a casa. (Claro que no sin antes regatear todo lo que pude, como es de ley).

Aquí os muestro unos detalles del lamentable estado en el que se encontraba : 

Como se puede apreciar, el mueble estaba teñido y ademas estaba 

cubierto con mil capas de cera, que al ir acumulando polvo y suciedad durante años, habían apagado la belleza de la madera.  

La superficie del tablero estaba manchada, rozada, con profundos arañazos, y quemada por el calor de algún  recipiente depositado sobre ella sin ningún cuidado.

La carcoma también había hecho estragos en la parte inferior del mueble, y los tiradores sucios y rallados  (me encanta su forma) los he salvado con algún inventíllo de los míos como veréis mas adelante.

Nada mas llegar a casa le desmonté los tiradores y  saqué el mueble a la terraza  dónde le apliqué el tratamiento anticarcóma. Así ha estado diez dias "envasado al vacio", hasta que pude sacarlo y comenzar  la restauración.

Detalle de los tiradores.

Comenzando el lijado. Que alegría cuando empieza a mostrarse el color natural de la madera.

Después de un buen lijado para retirar por completo el barniz y el tinte, le tocó el turno a la masilla con la que arreglé algunos defectos y tapé los agujerillos de la carcoma. 

Una vez igualada la superficie, y con todo el mueble en madera natural, le apliqué una capa en general de  Laca Nitro incolora de la linea Ebanistería de Titan que hace de base tapaporos en la madera natural.

Lijadito suave y tres capas de barníz incoloro satinado ( siempre lijando entre ellas), y otro lijadito final para acabar con cera incolora y sacar brillito.

Los tiradores los limpié , después les pase lanilla de acero y acabé pintandolos con pintura dorada. Pero ¿que pasó?, pues pasó que con el nuevo color del mueble no resaltaban nada, así que ni corta ni perezosa ingenié este truquillo con retalitos de piel:

Bueno pues no os hago sufrir mas, ahí va el resultado.

Y aquí, -como no- el ántes y después

¿Se nota el cambio?