Ya me tenéis por aquí de nuevo. No se si he vuelto yo, u otra persona, pero cada vez se me hace más difícil la vuelta a casa después de un tiempecito al aire libre.Voy a echar de menos los espacios abiertos, el día a día sin rutina ni lista de la compra, el levantarme sin despertador -aunque acostándome a las nueve de la noche, no tenga mérito-, la tranquilidad de las "no obligaciones", y el factor sorpresa diario de conocer los tesoros escondidos en pequeñas poblaciones de nuestro territorio.
Sin darse apenas cuenta, en su transcurrir, el viajero se va empapando de la cultura de los pobladores- tan distinta de unas provincias a otras- de sus costumbres, y del amor que sienten por la tierra que habitan.
De este viaje traigo la generosidad que demostró Mari Carmen con el caminante, al ofrecerle un café desde la ventana de su cocina en un día de frío invernal, la amabilidad de otra Mari Carmen y su marido al compartir su sabiduría y su tiempo con nosotros, la complicidad y hospitalidad de dos alcaldes de pequeñas poblaciones que quisieron conocernos personalmente y enseñarnos lo mejor de sus municipios, demostrando así que en muchos lugares aún hay políticos que se implican con el pueblo. También conocí a un artista de ochenta y tres años en Pancorbo, hombre anónimo y sencillo que una vez jubilado descubrió su razón de ser creando maravillosas esculturas en hierro que pueden disfrutarse expuestas en la calle cerca de su casa.
Esas gentes que con orgullo te hacen partícipe de su entusiasmo por la belleza de sus iglesias - que abren solo para ti -, mostrándote preciosas tallas policromadas del siglo XVI y ricos retablos, curados de la devastadora carcoma por las manos amorosas pero inexpertas, de las fieles feligresas. (Me vino a recordar la tan famosa restauración del Cristo de Borja -Ecce Homo- realizada por Cecilia Giménez con toda su buena intención).
Esa ingenuidad que hace que te muestren la mejor de sus riquezas sin ninguna desconfianza, y el cariño con el que cuidan y rehabilitan el patrimonio de sus pueblos unicamente con los impuestos que recaudan en sus ayuntamientos, nos lleva a pensar que en las grandes ciudades todo es desmesurado y que siempre lo sencillo es lo mas bello.
Aquí os dejo mi diario de ruta y algunas imágenes para que os hagáis una idea de la belleza de este camino:
1. Irún - Hernani 26,6 Km.
2. Hernani - Tolosa 19,3 Km.
3. Tolosa - Beasain 18,7
Km.
4. Beasain - Zegama 19,2
Km.
5. Zegama - Alegría 36 Km.
6. Alegría - Vitoria 16 Km.
7. Vitoria - La puebla de Arganzón 18,5 Km.
8. La Puebla de Arganzón - Miranda de Ebro 22,3
Km.
9. Miranda de Ebro - Pancorbo 21 Km.
10. Pancorbo - Briviesca 23,4
Km.
11. Briviesca - Monasterio de Rodilla 20 Km.
12. Monasterio de Rodilla - Burgos 29 Km.
Total 270 Km
De Irún a Oiartzun. Maravillosos valles
Barrizal. Uno de muchos con los que he tropezado
Vistas de San Sebastian y su bahía desde la Ermita de Santiagomendi
Curioso cartel con instrucciones ante una emergencia química
Placita cubierta en Tolosa
Albergue de Beasain (Antiguo molino restaurado)
Contralúz
Ovejas Vascas
Yegua y su cría
El gallo controlando el gallinero
Ingeniosa pasarela sobre el riachuelo para facilitar el paso de las gallinas a la otra orilla
Saliendo de Zegama
Sombra y Luz
Subiendo a 1.100 m. al Túnel de San Adrian
Antiguo Hayedo cerca del Túnel de San Adrián
Descansando al sol
Por fin llegada al túnel de San Adrián
Ermita del Espíritu Santo en el interior del túnel
¡¡¡Sorpresa!!! A pisar nieve
Plaza de la Virgen Blanca .Vitoria-Gasteiz
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Eso digo yo |
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Da un poco de miedo ¿no? |
Paseando por Miranda de Ebro, una vez soltada la mochila
avanzando hacia el desfiladero de Pancorbo
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Pancorbo. Hablando con el artista Escultor, a la derecha su obra. |
Descubrí que las piedras también tienen sombra
Campos de cultivo
Ermita de Nuestra Señora del Valle, sita en la población de Monasterio de Rodilla. Uno de los parajes mas bellos y con mas energía que he conocido nunca.
Uffff que frio!!! Subida al puerto de la brújula
"Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino."
Solo espero haberos contagiado un poquito de las sensaciones que yo he vivido estos días. Os he echado de menos.